Microrrelatos

Seguramente, este apartado es el que más me define como profesor en el instituto. Soy el profe de los microrrelatos y a mucha honra. Para mí son un pasatiempo excitante, un sudoku de fantasía, una sopa de letras misteriosa o un crucigrama con muchos enigmas que el lector tiene que desvelar.

Este microespacio de mis clases lo debo en gran medida a la sección de la Cadena Ser: Relatos en cadena, concurso presente en la escueladeescritores.com; aunque desde siempre tuve la intención de profundizar en la escritura creativa con vosotros. Hace ya varios años escuché esa parte del programa de radio y pensé que era la forma perfecta de trabajar la escritura en clase. Con estas pequeñas narraciones se consiguen muchos logros de un solo plumazo, de un microplumazo. Los microrrelatos os dotan de imaginación, motivan a que, en este mundo en el que se vive de forma tan frenética, os paréis a pensar, ese ejercicio que parece en peligro de extinción; de este modo, reflexionáis sobre diferentes mundos y realidades, sobre personajes, espacios, épocas, palabras. En definitiva, micromundos diminutos, un juego de ingeniosos sentidos e interpretaciones que en muchos casos os hacen descubrir vuestra sensibilidad, vuestra imaginación y os desvelan cómo es el mundo en el vivimos. Además de vuestra fantasía, pulís vuestra expresión, ahondáis en el léxico, la narración, el diálogo. No se puede pedir más en sólo cien palabras. Lo bueno si breve, dos veces bueno.

Estos pequeños y ocurrentes relatos amenizan nuestras clases, y a partir de ahora os convertirán en escritores que serán leídos tal vez en los rincones más remotos de la tierra porque vuestras historias estarán presentes en el libro más leído y extenso de la actualidad, Internet. Seréis los protagonistas de este capítulo y todos los microrrelatos elegidos narrarán un año de literatura en pequeñas pinceladas.

¿Qué tienen en común el frío, unas lágrimas de desolación, soñar con volar, unos números extraños junto a un reloj? ¿Y nuestros mismos ojos con suspiros profundos, visitantes inesperados o un imponente piano de cola en un jardín, un proyector de cine, un barco pirata y una nave espacial? Tienen en común la magia, la fantasía, la imaginación, el ingenio, el misterio de la escritura que cada uno de vosotros atesora y descubre al escribir.

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